RINCÓN BEISBOLERO | TRETO: MONUMENTO AL LEGADO… DE LA TRANZA
Por: José Carlos Campos
18 de Noviembre de 2025
¿HOMENAJE?- No sabemos por qué motivos y razones, nos estuvo llegando al correo personal toda la información relacionada con el homenaje-tributo que recién le hicieron en Monterrey a Pedro Treto Cisneros, homenaje que -dijeron-justifican en reconocerle ya fallecido el “gran legado” que dejó al béisbol mexicano.
Bueno, la cosa estuvo en que hasta un monumento le rigieron en pleno estadio Monterrey y según nos dicen los comunicados, lo que se da a entender, fue un evento dirigido a hacerle justicia.
Consta en actas que, desde hace años, casi 40, que iniciamos en este oficio del periodismo, lo nuestro fue y ha sido combatir la narrativa de que Treto Cisneros haya sido una especie de “salvador” de la pelota nacional y aún más, lo hemos considerado una de las peores lacras que le ha caído, llamarlo nefasto ha sido la constante… razones sobran.
Llama la atención que en este evento al que convocó la familia Treto-Garza no estuviera representada por alguien de la Liga Mexicana de Béisbol, pero no nos extraña para nada que no se hicieran presentes peloteros de épocas del pasado remoto que acudieran, digamos, a por lo menos con su presencia a rendirle algún tipo de elogio.
Falto que acudieran para formar parte de los centenares a quienes se vieron afectados.
REPASO- Hacer un repaso a lo que llaman “legado” tendría que llenarse de verdades que no todos se animan a mencionar porque sería tanto como meterse al lodo y a eso no pocos le dan la vuelta.
¿Por dónde empezar, caramba?
Su llegada a la LMB se dio justo después de que estallara la huelga de 1980 y la creación de la ANABE, movimientos de los cuales se convirtió en férreo enemigo y opositor, llevando al extremo la postura revanchista de Alejo Peralta. Treto se hizo de todo el poder, manejó a capricho, maniató a su antojo, domeñó dueños de clubes a sus antojos, hizo negocios a conveniencia ¿Pelota Comando?, ¿mudanzas de plazas? y hasta se dio el lujo de hacerse de franquicias a su gusto (¿Reynosa?), manejó vía pago con sobre a periodistas a manera de agradecerle su lealtad, digamos que institucionalizó el “chayote”.
SI Roberto Mansur era el reglamento personalizado, Treto era el poder supremo.
Ya ni hablamos de la manera en que convenció a la cervecería Cuauhtemoc-Moctezuma de que el Salón de la Fama era cosa de él, de cómo maniobraba para imponer candidatos, manipular elecciones, vetar a los que no le caían bien y llamar “enemigos del beisbol” al que fuera contra sus designios.
Durante 16 años se llenó de facturas que tarde que temprano debía pagar: en 1999 la liga lo defenestró, así, olímpicamente le dijeron “hasta aquí llegas” y por eso es que ni quien apareciera en el tributo.
DEFENESTRACIÓN- Fue durante la convención del beisbol celebrada en 1999 en Mazatlán, la junta de la LMB prometía iba a estar “candente” según los rumores que corrían por los pasillos del hotel sede. No tardó en saberse la novedad: la liga había destituido a Treto, sin decirle “agua va” pero la maquinaria a su favor pudo operar y darle su último “hurra”. Rápidamente trajeron a un mariachi y varios colegas a coro le cantaron la de “El Rey” de José Alfredo Jiménez.
Directivos presentes nos dijeron los dos últimos deseos del defenestrado al saber que lo tumbaban del trono: uno, que cada uno de los 16 equipos le dieran miles de dólares a manera de liquidación y dos, que le permitieran seguir yendo a la academia sita en Nuevo León para él hacerse cargo de “regar las plantas”. Y es que, en sus delirios de Nerón moderno, sentía que la Academia era suya, que merecía sus cuidados.
¿En dónde está el legado entonces? ¿Tal vez en aquello de que “no lo volveremos a hacer”? ¿Mejor tener otro mecenas menos poderoso y arribista?
Pero se atrevieron a rendirle un homenaje y no deja uno de pensar en que tal vez, muy probable, él lo haya ordenado desde donde se encuentre (ardiendo).
