Por: José Carlos Campos
13 de Mayo de 2025
MEMORIAS- En nuestro peregrinar por el mundo del béisbol nos ha tocado atestiguar la presencia y accionar de diversos personajes que no han sido precisamente peloteros. Nos referimos a gente que se ha destacado lo mismo como directivos que como aficionados, vendedores, personal de estadio y los infaltables batboys, o cargabates como se les llegó a conocer.
El reciente y muy lamentable fallecimiento de de Antonio “Tony” Romero nos fuerza a hacer un sentido recordatorio de estos personajes cuyo trabajo es a querer o no, indispensable en la marcha de un equipo, en el ánimo de un club, en el sentido de pertenencia a la organización de sus integrantes e incluso, en el estado de ánimo de los peloteros.
En nuestra lista aparecen Guilermo “Arañita” López Castro, Tommy Espinoza, José Luis “Pájaro” Ibarra y Tony Romero, a todos ellos los tenemos fijos en el recuerdo por distintas razones pero a todos ellos recordados por haber sido (y se esmeraron por serlo) parte significativa de este deporte.
Nos dirán que tal vez nos faltó en la lista Antonio “Abuelo” Mora, recordado como batboy de los Diablos Rojos y quien merece el recuerdo pero a quien debemos citar también como beneficiario de la máquina propagandística que desde hace años impulsa al club rojo. Pero se le tiene presente.
RAZONES– A la “Arañita” López lo ubicamos con los Yaquis de Ciudad Obregón por varios años, personaje a quien caracterizaba una joroba en la espalda pero que en nada minaba su capacidad de actuación. Trabajaba en serio, tanto en vestidores como en el terreno de juego.
Tommy Espinoza ha sido hasta ahora el único batboy siendo partícipe activo en el espectáculo del béisbol no solamente trabajando para el equipo en el terreno sino para el club mismo al convertirse en en animador para el público. Lo vimos con los Ostioneros de Gaymas y los Cañeros de Los Mochis.
Y Tommy hizo historia cuando a mediados de la década de los Ochenta, su equipo en la LMB (Ganaderos de Tabasco) lo jalaron desde los Bravos de León a cambio del cátcher Andrés Guzmán.
AL “Pájaro” Ibarra nos tocó tratarlo por muchos años, convivir con él y saber de algunas de sus muchas correrías. Tenía guardadas un gran número de anécdotas (y se secretos) de peloteros pero como él decía “yo no soy chivato, los secretos conmigo se quedan seguros”. Y fue un gran, enorme trabajador para sus clubes Tigres de LMB y los Tomateros de Culiacán.
Por cierto, Ibarra llegó a practicar pelota amateur y alguna vez, en Empalme, se integró a una careada entre exprofesionales y profesionales, lo metieron a relevar en las entradas finales y cuando tocó enfrentar a Jesús Sommers advirtió a éste: “te voy a ponchar Chucho” y SOmmers le respondió “apuesta caguamas para todos”. Lo que siguió fue un batazo que se fue lejos tras la barda del parque de pelota. El “Pájaro” contaba la anécdota riéndose siempre.
INGRESO– En el viejo estadio “Angel Flores” de Culiacán, antes de iniciar el primer juego de la temporada, el “Pájaro Ibarra” se acercó a don Juan Manuel Ley, quién fiel a su costumbre veía desde la escalinata las prácticas antes del encuentro.
EL “Pájaro” fue acompañado por su entonces ayudante, o auxiliar como decía don JM, para enterar al dueño del club: “tenemos nuevo compañero”, Ley López se volteó y preguntó “¿a quien contratamos?” y de la nada se apareció Tony, “soy yo señor Ley, Antonio Romero a sus órdenes”. El jefe se le quedó viendo por unos instantes y le espetó un amable “pues tu primer chamba será que me traigas un café con poca azúcar. Y lo que sigue será mucho trabajo”.
Una vez instalado su asiento, el jerarca guinda dijo “me late que este chaparrito será de muy buena suerte para el equipo”.
No se equivocó don Juan Manuel: Tony trabajó como nadie en el club, atrajo varios campeonatos y para colmo, acompañó en Verano a que Saraperos lograra dos títulos.
Grande, Antonio “Tony” Romero. Vuela alto, campeón!!