RINCÓN BEISBOLERO | EL VALOR DEL PELOTERO NACIONAL

Por: José Carlos Campos

11 de Septiembre de 2025

REMOTOS- Hace ya varios años aforaba en el espectro beisbolero nacional lo que llamaríamos “la guerra fría” luego del presunto conflicto entre las dos ligas profesionales más importantes del país, la Mexicana (entonces sí) de Béisbol y la Mexicana del Pacífico. El meollo del aparente conflicto presumiblente lo era lo que se advertía como el esfuerzo agandallador de la pelota de verano: todo para nosotros, control del espectro de negocios que representaba el pelotero y la presunción de que un inexistente convenio con las Grandes Ligas.

Hoy en día, la realidad luce diametralmente diferentes, las circunstancias han variado de cabo a rabo. Cada circuito atado a su modelo de negocios, sea como éste sea.

El inicio de los campos de entrenamiento de la LMP con miras a su temporada 2025-26 contrasta (choca) con el desarrollo de la serie final de la campaña 2025: se recalca la gentrificación de la pelota veraniega, hoy copada por el jugador extranjero y/o hecho mexicano a golpe de maromas (eso sí, amparadas por la Constitución) y a contraparte, la irrupción de una buena masa de peloteros mexicanos, surgidos varios de ligas locales y/o que aprovecharon estos espacios para agazaparse y conservar puestos de trabajo que la “extranjerización” de la LMB digamos que les cerró.

Ver los line-ups de Charros y Diablos nos revela con fuerza este contraste.

MEMORIA- En el pasado, evocamos una charla telefónica celebrada en septiembre de 1995 entre los presidentes de clubes Roberto Mansur (Diablos-LMB) y Juan Manuel Ley (Tomateros-LMP), que supieron mantener algo parecido a una relación tersa de dientes para fuera pero que de espaldas no se sostenía.

El motivo de esa llamada fue el que Mansur “anunciaba” a Ley que “hemos tomado la decisión” de “no prestar a sus jugadores a no ser que se les pagara una especie de renta”. Tomado por sorpresa, don Juan Manuel espeto “oye Roberto, eso ya rebasa límites y mi respuesta va a ser no”.

“Vamos Juan Manuel, no será tanta carga, mira por Salomé Barojas apenas serán 15 mil pesos por mes, a Nelson te lo dejo sin renta”.

“Salomé esta en las Mayores, ni siquiera juega para ustedes y no estamos seguros que reporte, anda con Seattle”.

“Pues Salomé nos pertenece y así queda: 15 mil por mes y listo”.

El jerarca invernal colgó, se comunicó con la directiva de los Marineros, les informó de las pretensiones de Mansur y se le dijo: “El contrato de Barojas es nuestro y por nosotros no hay problema que juegue en invierno. Hable usted con el pelotero”.
Ley López se comunicó entonces con Salomé, lo enteró y este la preguntó que si cómo podía no salir mal del embrollo. La solución encontrada fue: “habla con el árabe y dile que, si no quiere que juegues en invierno, que te pague todo el año”.

Bendita solución: ahí quedó la intentona de “cobrar renta”, al monopolio le habían encontrado una falla.

PRESENTE- La muy probable participación este año de varios peloteros nativos en la LMP, provenientes algunos de ligas como la “Clemente Grijalva” del norte de Sinaloa, las liga Suprema del Sur de Sonora o la Estatal de Chihuahua deben entender como la opción de reconocerlas como ligas de desarrollo, algo de lo cual carece la pelota mexicana. Se contó con ellas cuando el negocio exportador estaba en auge.

Hoy estos circuitos deben entenderse como opciones que han crecido y merecen reconocimiento, llevan años haciendo méritos. Esto debe trasminarse el entendimiento de los aficionados y seguidores al béisbol ya que, de fondo, debe subyacer la intención de reconocer el valor del pelotero nacional.

Aunque moleste a los que abogan en favor del uso de peloteros mexicanos “copy-paste”.

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