ARMENIA Y AZERBAIYÁN FIRMAN UN PREACUERDO DE PAZ ANTE TRUMP TRAS CASI CUATRO DÉCADAS DE CONFLICTO
Foto: Cortesía/Fuente: Cadena Ser.
Washington.- 9 de Agosto de 2025 En un giro inesperado para la geopolítica del Cáucaso Sur, los líderes de Armenia y Azerbaiyán firmaron ayer viernes en la Casa Blanca un acuerdo de paz auspiciado por el presidente de Estados Unidos, Donald Trump. El pacto busca poner fin a casi cuatro décadas de enfrentamientos diplomáticos y militares, principalmente por el disputado enclave de Nagorno-Karabaj.
La ceremonia, celebrada en el Despacho Oval, reunió al presidente azerbaiyano Ilham Aliyev y al primer ministro armenio, Nikol Pashinyan, quienes rubricaron una hoja de ruta que incluye compromisos bilaterales en áreas como energía, tecnología, seguridad fronteriza e infraestructura. Además, se estableció un ambicioso proyecto económico: la creación del corredor estratégico Trump Route for International Peace and Prosperity (TRIPP), que conectará Azerbaiyán con su enclave de Najicheván a través de territorio armenio.
Este corredor de 43 kilómetros será gestionado con derechos exclusivos por Estados Unidos, lo que representa un importante avance en la influencia comercial y diplomática de Washington en una región históricamente dominada por Rusia. La Casa Blanca ha presentado el TRIPP como un proyecto comercial, no militar, que busca garantizar la paz mediante la prosperidad económica.
Aunque el acuerdo no aborda directamente el estatus de Nagorno-Karabaj —cuya recuperación militar por parte de Azerbaiyán en 2023 provocó un éxodo masivo de armenios—, sí contempla la retirada de ambos países del Grupo Minsk de la OSCE, lo que marca el fin de un largo proceso de mediación internacional liderado por Rusia, Francia y Estados Unidos desde 1997.
Funcionarios estadounidenses han calificado el pacto como “la primera declaración de paz formal entre ambos países desde el fin de la Guerra Fría”, y lo consideran un triunfo geopolítico frente a potencias como Rusia, China e Irán.
Trump, por su parte, celebró el acuerdo en su red social Truth Social como “un día histórico para Armenia, Azerbaiyán, Estados Unidos y el mundo entero».
Sin embargo, persisten obstáculos: Armenia exige la liberación de al menos 23 ciudadanos retenidos en Azerbaiyán, mientras que Bakú reclama la eliminación de cualquier referencia constitucional armenia que implique una reclamación sobre Nagorno-Karabaj. Además, la demarcación oficial de fronteras sigue sin resolverse.
El acuerdo también podría abrir la puerta a nuevas dinámicas regionales, como la posible incorporación de Azerbaiyán a los Acuerdos de Abraham y la normalización de relaciones entre Armenia y Turquía, incluida la reapertura de su frontera cerrada desde los años noventa.
Irán celebra el acuerdo, pero expresa su preocupación por las posibles intenciones ocultas de Estados Unidos
Por otro lado, Irán, aunque ha acogido «con beneplácito» el acuerdo firmado entre Armenia y Azerbaiyán —impulsado por Estados Unidos— y lo ha calificado como «un paso importante hacia el logro de una paz duradera en la región», también ha expresado su preocupación por una posible «intervención extranjera» cerca de sus fronteras, lo que, según Teherán, «podría socavar la seguridad y la estabilidad» en el Cáucaso Sur.
En un comunicado oficial, el Ministerio de Exteriores iraní ha subrayado que «el establecimiento de vías de comunicación y la eliminación de bloqueos en las redes de transporte solo contribuirán a la estabilidad, la seguridad y el desarrollo económico de los pueblos de la región si se realizan en un marco de beneficio mutuo, respeto a la soberanía nacional y a la integridad territorial, y sin injerencias extranjeras».
Asimismo, el Ministerio ha reiterado que Irán «sigue dispuesto a fomentar una cooperación constructiva basada en intereses mutuos» con los actores regionales, con el objetivo de «preservar la paz, la estabilidad y el desarrollo económico». «No cabe duda de que la paz y la estabilidad en la región del Cáucaso sirven a los intereses de todos los países implicados», ha concluido.
Más tarde, Ali Akbar Velayatí, asesor del líder supremo iraní en asuntos internacionales, ha advertido que Teherán «bloqueará la construcción del corredor» respaldado por Estados Unidos en la región, «con o sin la cooperación de Rusia». En declaraciones a la agencia Tasnim, Velayatí ha criticado duramente el proyecto: «¿Es el Cáucaso Sur una región sin dueño que Trump está arrendando? El Cáucaso es uno de los puntos geográficos más sensibles del mundo, y este paso no se convertirá en un corredor propiedad de Trump», ha afirmado, advirtiendo que dicho corredor «alterará el equilibrio geopolítico» de la región.
