CULIACÁN SILENCIA EL ‘FERNANDO VALENZUELA’ Y SE QUEDA CON EL CLÁSICO DEL PACÍFICO
Hermosillo, Sonora (JR Álvarez |Creativoz16nueve).– Si algo define al Clásico del Pacífico es su capacidad para desbordarse hacia lo inesperado. Y esta vez, en un Fernando Valenzuela a tope, los Tomateros de Culiacán demostraron que la rivalidad no entiende de localías ni favoritismos, viniendo de atrás para imponerse 9-8 en la pizarra a los Naranjeros de Hermosillo y quedarse con la serie en territorio ajeno.
Culiacán, con personalidad y resistencia, volvió a demostrar que los clásicos no se juegan: se ganan. Y en la primera entrega del año en la Liga ARCO Mexicana del Pacífico, el grito fue guinda.
La diferencia, la chispa final, surgió en el octavo rollo. Fernando Villegas abrió con pasaporte y Luis Verdugo apareció con un batazo monumental al fondo del jardín central, un triplete que remolcó la carrera del despegue y levantó a la banca guinda. Ese 9-8 sería definitivo y, con ello, Culiacán selló su primer Clásico del Pacífico de la campaña.
El duelo comenzó con tintes de dominio naranja. Hermosillo atacó sin piedad en el amanecer del juego y armó un rally de cinco carreras que cimbró la noche sonorense. José Cardona y Jasson Atondo abrieron con pasaportes; enseguida Harold Ramírez soltó un doblete que abrió la pizarra, Willie Calhoun impulsó dos más con sencillo y Agustín Murillo remató el castigo con otro imparable productor de par de anotaciones. Con la pizarra 5-0 y el estadio rugiendo, parecía que la noche iba a teñirse de naranja.
El abridor guinda Ian Kahaloa no sobrevivió al embate: apenas un tercio de entrada, cuatro hits, cinco carreras y dos pasaportes. Cristian Castillo entró al rescate para poner orden y darle vida a Culiacán.
Esa vida llegó en la tercera entrada, cuando los Tomateros comenzaron a desmantelar la ventaja hermosillense. Brady Whalen anotó en pisa y corre tras elevado de sacrificio de JP Martínez; Jon Singleton desgarró la pelota con un triple que impulsó dos más y acercó el duelo; y finalmente Joey Meneses empujó la cuarta con sencillo. De pronto, el 5-4 ya respiraba presión en la tribuna.
En la quinta, el juego dio un giro seco. Orlando Martínez encontró el batazo adecuado para empujar dos y concretar la voltereta. Luego Fernando Villegas firmó un doble que sumó otras dos y colocó a los guindas al frente 8-5, volteando por completo la narrativa del clásico.
Pero un Clásico del Pacífico jamás se entrega tan fácil. Naranjeros contraatacó en el cierre del mismo inning: Atondo timbró con elevado de sacrificio de Darick Hall, luego Harold Ramírez anotó con imparable de Reivaj García. El duelo volvía a arder, 8-7 nos mostraba la pizarra al fondo en los jardines.
El empate llegó en la séptima cuando Edson García alzó un elevado de sacrificio que permitió a Calhoun igualar 8-8, encendiendo el graderío y marcando la entrada al tramo decisivo.
El bullpen guinda se comportó a la altura de una noche que lo exigió todo. Brian McKenna (2-0) se llevó la victoria, y Anthony Gose firmó el salvamento sufriendo, pero cumpliendo. Hermosillo dejó ir oportunidades claves y la derrota terminó en las estadísticas de Tyler Myrick (0-1).
La derrota de los Naranjeros fue a las estadísticas de Tyler Myrick (0-1) que lanzó la octava y le anotaron la carrera de la victoria guinda. Erich Uelmen fue el abridor con labor de cuatro entradas y dos tercios en los que permitió 7 carreras. Le siguieron Ozzie Méndez, Augusto Mendieta, Myrick y cerró Luis Márquez.
Culiacán regresa para recibir en la serie del fin de semana a los Yaquis de Obregón en una serie entre equipos ganadores que buscan la cima del standing. Por su parte los Naranjeros de Hermosillo viajan a Zapopan para enfrentar a los Charros de Jalisco.


