LOS CAÑEROS REMONTAN Y GANAN EL JUEGO DE LA HONRA
Cd. Obregón, Sonora (JR Alvarez |Creativoz16nueve).- Los Cañeros de Los Mochis tuvieron que remar contra corriente, al final encontraron la fórmula para venir de atrás y llevarse el juego de la honra en entradas extras, imponiéndose 3-2 en la pizarra a los Yaquis de Obregón en el cierre de la serie dentro de la Liga ARCO Mexicana del Pacífico.
Durante seis capítulos, Los Mochis navegó a oscuras. El abridor Felipe González se plantó como gigante en la loma y mantuvo sin hit a los verdes, dibujando una joya que silenció por completo la ofensiva esmeralda. Pero el béisbol tiene memoria corta y alma caprichosa: bastó que el relevo apareciera para que los Cañeros encontraran una rendija y se metieran por ahí con determinación.
El pitcheo de Obregón estaba tejiendo fino, Los Mochis no encontraba respuesta. Pero en el “lucky seven” comenzó la historia que cambiaría el destino del duelo. Eric Filia, con paciencia de veterano, abrió el capítulo negociando base por bolas. Detrás vino Dayson Croes y, con un batazo limpio al izquierdo, borró la etiqueta del sin hit. La vibra en el dugout verde cambió.
Un rodado movió a ambos corredores y, con hombres en segunda y tercera, apareció Rodolfo Amador con el temple de siempre. El antesalista encontró un lanzamiento cómodo y lo devolvió con una línea sólida al central. Filia y Croes pisaron el plato para igualar el encuentro y revivir por completo a los Cañeros.
El juego entró entonces en ese tramo donde cada lanzamiento pesa y cada out respira tensión. Octava, novena y décima se fueron sin daño para ambos lados, sostenidos por relevos de mucho carácter. Era claro: el duelo se resolvería en un descuido… o en un destello.
Ese destello llegó en la entrada 11. Con la regla del corredor de cortesía, Filia arrancó en la intermedia. Croes lo adelantó a tercera con un toque milimétrico que desarmó por completo la estrategia yaqui. Y con la mesa puesta, Asael Sánchez tomó turno con la serenidad de quien entiende el momento. Soltó una línea directa al izquierdo, suficientemente firme para que Filia cruzara el plato y encendiera el festejo esmeralda.
Ya con la ventaja, solo faltaba sellar. Y lo hizo Lupe Chávez con un relevo de postal: tres bateadores, tres outs, inning perfecto, un cierre que congeló cualquier intento de reacción y aseguró un triunfo que Los Mochis necesitaba para no irse con las manos vacías de suelo cajemense.
Obregón había tomado la delantera en la quinta, cuando Braulio Cavero cazó un lanzamiento de Miguel Vázquez y lo mandó de viaje por todo el derecho, llevándose por delante a Miguel Guzmán en un cuadrangular que encendió a la tribuna y puso a los Yaquis arriba 2-0 en la pizarra.
Los Cañeros regresan ahora al Chevron Park para enfrentar al Tucson Baseball Team en condición de visitantes administrativos. Los Yaquis, por su parte, ponen rumbo a Culiacán para medirse a los Tomateros en una serie que promete emociones fuertes entre equipos que llegan en buen momento.
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