RINCON BEISBOLERO | LAS CREDENCIALES DE LORENZO BUNDY
Por: José Carlos Campos
2 de Diciembre de 2025
LLAMADO- Eran los años ochenta, lobby del hotel “Executivo” de Culiacán y en él, nos encontramos al entonces jovenazo Lorenzo Bundy junto con el jardinero central Bobby Glenn Smith, andaban de buenas luego de que el segundo había conectado jonrón esa noche. Bundy era el más moderado, casi parco, pero de buen humor. “Hey Charlie, lo hicimos” fue su saludo, y la pregunta fue obligada “¿estás a gusto en Culiacán?” y sin pensarla mucho nos dijo, “es okay, me gusta”.
Pasaron los años y nos lo topamos ya como manager de otros equipos, siempre sonriente, siempre atento a platicar de pelota. Y una vez nos confesó “quisiera alguna vez manejar a los Tomateros”, más que una revelación sonó a promesa.
El tiempo le cumplió el deseo al unirse al club guinda en la campaña 1993-94 cando fue el timonel del equipo al iniciar la temporada al dirigir apenas 23 juegos en los cuales apenas se ganaron 10 y la directiva decidió cortarlo, fue sustituido de manera temporal por Jorge Tellaeche y terminó la temporada Juan Navarrete.
Regresó al timón de los Tomateros en 2018-19 y otra vez breve estancia, ahora de solamente 18 encuentros de los cuales ganaron apenas 8. Ciertamente cifras que dejan ver lo exitoso que ha sido con otros clubes y en otras plazas.
Regresa Bundy a Culiacán en el presente 2025 para ser reemplazo de Roberto Vizcarra a quien, hay que decirlo, muy poco puede reprochársele, hizo lo que pudo con lo que le entregaron, pero aun así deja a la escuadra en zona de calificación con record positivo de 21 ganados a cambio de 20 derrotas.
Bundy llega no para apagar fuego, sino para reavivar la llama.
ESPERABLE- Con los años uno aprende a “leer” a la Mexicana del Pacífico, a entender que se trata de una liga que se divide en tres temporadas, todas diferentes entre sí: primera vuelta, segunda vuelta y los playoffs. Pareciera que el objetivo central es ganar 12 juegos en enero, así lo parece.
Bundy no la tendrá fácil, eso está a la vista, el equipo no parece caminar fácil, su andar muestra que “cascabelea” más que seguido y peor aún, muestra fallas estructurales, es decir, pareciera estar mal armado. Su base nacional es apenas pasable y su tanda de extranjeros apenas rebasa la línea de “decente”.
Por departamentos se diría que la ofensiva cumple medianamente, su pitcheo abridor está por debajo de lo esperado y su bullpen una de cal por dos de arena.
No se trata de decir que a Vizcarra los peloteros “no le jugaron” sino que su batalla fue arrear con lo que le dieron, el “Chapo” hizo lo que pudo.
La tarea de Bundy será entonces hacer que la maquinaria se aceite, sacar lo mejor del roster y que todos empujen para el mismo lado. En la LAMP no es como en el verano, en donde a veces se gana haciendo el mínimo esfuerzo y se tiene a 20 extranjeros que alguno puede tener la respuesta.
Será un reto que merece seguir de cerca.
¿RECICLADO? – No faltará quien diga que Bundy pertenece al mundillo de la reserva “reciclable” de managers que actúan en las dos ligas principales, omitiendo que ese sector es muy hueco, tirando a vacío. ¿De quién echar mano en estos casos?
No hay una reserva especial, nombres que aparezcan en el horizonte para darles una oportunidad y ya se ve que los proyectos parecen no tener cabida: ¿dar plazos de maduración? ¡Nombre! Para los directivos eso suena como a perder el tiempo.
Pero hay ejemplos que bien sirven para intentarlo, ahí está el caso de Luis Carlos Rivera quien ha tenido que aguantar bandazos, pero aparece este año con Jaguares de Nayarit y tiene montado al equipo en los primeros lugares. Su estilo de manejo es una mezcla de lo tradicional con lo arriesgado, pero se advierte un muy buen manejo del pitcheo.
Ha aguantado vara el chihuahuense los años lo han fogueado, eso mismo debería hacerse con los que surjan en el futuro inmediato pero el chiste es saber ¿dónde y quiénes son los managers que surgirán?
