México.- 18 de Mayo de 2025 El oficio de cerrador es uno de errores amplificados y triunfos silenciosos. En ese mundo de lanzamientos al filo del desastre, Andrés Muñoz ha encontrado un mentor, una voz que entiende la soledad del bullpen y el peso de la última entrada: Joakim Soria.
Muñoz ha sido claro con sus grandes influencias cuando de cerradores se trata: el cubano Aroldis Chapman y por supuesto, Soria, el mexicano, con quien mantiene una relación cercana. En conferencia con medios de comunicación mexicanos, “El Plebe” habló con Sports Illustrated México sobre su cercanía con el de Monclova.
“Tengo la fortuna de conocerlo. Entonces sé cómo es, sé que es igual dentro y fuera del terreno. La verdad es que es muy buena persona y siento que no se le da el mérito que se merece por todo lo que hizo, por la gran carrera que tuvo”, dice Muñoz en videollamada desde Seattle.
La relación entre ambos se ha tejido en la distancia, pero es una de esas conexiones que el beisbol permite entre generaciones. Soria, retirado desde 2021 tras una carrera de 14 temporadas en las Grandes Ligas, fue durante muchos años el referente mexicano en el bullpen. Dos veces All-Star, más de 200 salvamentos y, sobre todo, una presencia constante en la liga más exigente del mundo.
El cerrador de los Mariners admite que cuando atraviesa momentos complicados, cuando el brazo no responde o la mente se llena de dudas, le escribe a Soria. Y él siempre responde.
“Tengo la confianza de, cuando siento que algo no está bien, mandarle mensaje, decirle al paisano “¿qué está pasando?”. Y él viene y me contesta, la verdad que eso habla muy bien de él. Ha sido una influencia muy grande para mí, me ha ayudado mucho. Y he aprendido mucho de él, más que todo la mentalidad que hay que tener para cerrar juegos”, confiesa Muñoz.
Cerrar un juego no es lanzar solo un inning más. La novena entrada es un territorio distinto, donde cada lanzamiento pesa más. El cerrador necesita, además de un brazo poderoso, la fortaleza mental para aislar la presión y ejecutar con frialdad mientras el estadio entero contiene la respiración.
“Muchos piensan que es igual, que es otro inning cualquiera, pero la presión es diferente. Tienes que tener cuidado con los bateadores, cuando está muy pegado el juego”, explica Andrés Muñoz.
Joakim Soria, desde el retiro, sigue siendo parte del juego, Su legado ya no se mide en estadísticas sino en la influencia que tiene sobre quienes miden su ejemplo. Un relevo simbólico entre generaciones que comparten algo más que una posición: el temple, el orgullo y la pasión de dominar el juego más impredecible de todos.
El récord de Juegos Salvados
El récord de 43 salvamentos que impuso Soria en 2010 con los Royals sigue siendo la marca más alta para un pitcher mexicano en una temporada de Grandes Ligas, pero cada vez parece más alcanzable para Andrés Muñoz, que ayer salvó su juego número 14 de la temporada. Con el puesto de cerrador en los Mariners y un repertorio que lo coloca entre los relevistas más dominantes del momento, Muñoz tiene el talento y la oportunidad de ir tras la cifra histórica.
“Que pase lo que tenga que pasar”, dice Muñoz sobre el récord. “La verdad que yo tengo mi mentalidad en ir juego por juego. Gracias a eso ahorita han salido las cosas bien. Pero trato de ir juego tras juego, no pensar en el futuro, ni en lo que ya pasó. Simplemente ver cómo me siento hoy. Y hacer los ajustes necesarios para estar al 100% hoy”, sentencia.